viernes, 29 de julio de 2011

Mi novia se fue con otro

"Si tuviera que decir como ha pasado todo esto, quién tiene la culpa o cómo me pudo pasar, pensando detenidamente es que no tengo ni la más mínima idea de ¿qué pasó?"
Ya ven, esta es la historia de Mr. J, uno de los tantos amigos que nos ayudarán a desentrañar lo que hay detrás del amor, presten atención:
"Yo pensaba que sus risitas cada vez que sonaba el ringtone de su smartphone y veía la pantalla, eran raras; había demasiada chispa en esos ojos. Comenzaron las palabras definitivas, hoy estoy cansada, mañana podemos dedicarnos toda la noche y así me decía hasta el fin de semana, que ya era casi que un premio por mi espera. El sexo ya no era lo de siempre.
Constantemente revisaba su teléfono, nunca lo dejaba en algún lugar visible ni siquiera por descuido. Las llamadas de sus amigas y lo que parecía una conversación normal, pasaba a simples monosílabos, basados en si y no, cuando yo aparecía y me desplazaba cerca de ella, entre la habitación o el salón en casa.
Sus constantes sms para desearme un excelente día no llegaban con la misma frecuencia, ni siquiera las llamadas para decirme cosas sencillas, pero que quizás nos encantaría que uno lo supiera del otro. Invitarla a comer un sábado en casa de mis amigos, ya le parecía demasiado aburrido. Ir al cine o al teatro, ya la hacía farfullar y cruzar los brazos en señal de descontento. Decirle que si quería ir conmigo a mi juego de fútbol del domingo, de la liga de mi empresa, ya no era una oportunidad para ella de darme apoyo en algo que me gusta hacer, sino, que era un compromiso entre gente que piensan que son mejores que otros.
Así, se fueron construyendo las excusas.
Hasta que un día, de esos que ya terminas de aclararte muy bien y quitarte la venda de lo ojos, sólo pensé en esperar a dejarla en la calle frente a su trabajo, me despedí como siempre y ella haciendo una mueca de fastidio, me ha dicho, hasta luego. Yo me fui en mi auto, sólo para dar la vuelta y regresar al mismo sitio, pero unos metros muy distanciado del lugar donde la dejé a ella, yo esperaba, allí estuve una hora y media, mi espera dió los resultados que ya sabía por descontado y que muy dentro de mi, yo no quería aceptar. La ví salir del edificio de oficinas donde ella trabajaba y seguidamente subirse a un auto deportivo negro, en ese momento la llame y claro, que ella no me contesto la llamada, pero si me envío un sms, para decirme que estaba en una reunión. Yo pensé, por supuesto que está en una reunión, en la misma que ha estado todos estos meses, mientras conducía tras aquel maldito deportivo.
Yo iba pensando, que seguramente entrarían en un hotel de lujo de aquella ciudad, quizás entrarían a uno de esos edificios o peor a una de esas casas donde viven los mismos que tienen dinero para comprarse el deportivo aquel, aquellos que tienen tanto en metálico para darles las joyas que les dan sonrisas un rato y que después no usan nunca más, pues yacen por años en el joyerito, ése, que no abren sino a las amigas envidiosas que las visitan para causar más envidia, y finalmente usar boberias de plástico.
Mientras, yo miraba con envidia el deportivo del hombre que se llevaba a la que era mi novia. Ví, como entraron a un pequeño callejón, donde estaba lo que todos conocíamos como el hotel de más mala muerte de la ciudad, el lugar donde yo no llevaría a ninguna mujer porque realmente me daría mucha vergüenza. Allí entre yo también, porque mis pensamientos me dejaron sólo hacer eso, aquello que sería el último acto valiente que haría por mi novia, seguirlos y estacionar justo a su lado fue lo que hice, cuando ellos salieron del deportivo, yo sólo baje para que me viera ella, la interesada. Mirarla y ver su reacción fue el mejor regalo de ése día, al verme casi se muere, pero yo me dí la espalda subí al auto del 98' y me fui a casa. Recoger todas las cosas de ella, meterlas en unas cuantas bolsas de basura, dejárselas al portero, llamar al cerrajero y cambiar la cerradura de la puerta de Mi casa, no tiene precio.
Hasta hoy, sigue llamando y llorando lágrimas de cocodrilo, pidiéndole a la contestadora que la perdone, porque yo no sé donde venden eso que se llama perdón. Si una persona se acuesta con alguien no tiene excusa, si lo hizo una vez o muchas, todo eso fue planificado, hubo besos, caricias, pasión, ganas de todo; entonces que no vengan con el cuento del perdón y el resentimiento, que a mí Deepak Chopra y el Dalai Lama, me dan igual."
Finalmente, como podemos entender en esta historia, ellos también lo pasan fatal, se sienten heridos y reconocen que pueden creer ciegamente hasta que algo les dice que las cosas realmente no van bien y se encuentran historias como estás, para entender que esas mujeres no estaban locamente enamoradas de ellos.

1 comentarios:

mario dijo...

Amigo , de todas las historias que se de amigos , conocidos , o terceros , tu eres uno de los pocos que sepu manejar la situacion, un apluaso te doy , ya que tener la valentia suficiente para aceptar lo que esta pasando , resolverlo de la manera mas pacifica, y cortar con esa relacion dañina , solo pocos pueden. Ya encontraras a una mujer con la que puedas compartir el.amor.

Publicar un comentario

Queremos saber tu opinión